domingo, 29 de julio de 2012

SISTEMAS EDUCATIVOS MONOLINGÜES Y BILINGÜES


Alcanzar el bilingüismo en regiones monolingües presenta ciertas características distintivas que hacen de este objetivo un reto para todos los participantes  en el proceso educativo, puesto que no hay posibilidad de usar la segunda lengua (rectificando, lengua extranjera) más allá de la escuela. Por todo ello, es un objetivo que hay que lograr en el aula, a través de una enseñanza especial, específica y de calidad.
En la última década el concepto de bilingüismo se enmarca en el de plurilingüísmo, o lo que es igual, en la capacidad que tiene todo ser humano de aprender más de una lengua, y en cómo estas interactúan entre sí, y se apoyan en los procesos de adquisición/aprendizaje, que pueden transferirse parcialmente. Tomando como punto de partida este planteamiento, se viene proponiendo un modelo educativo basado en el aprendizaje de la lengua extranjera a través de contenidos de otras áreas del curriculum.
En algunas  comunidades y países que ya han tenido experiencias en el campo de la educación bilingüe, impartiendo áreas como geografía, historia o conocimiento del medio se ha puesto de relieve que este tipo de enseñanza de lenguas es útil para el progreso de los alumnos, a la vez que les suscita interés para continuar su formación en lengua extranjera.
Sin embargo, este tipo de enseñanza da lugar a que tanto profesores como alumnos se enfrenten a un nuevo modelo educativo que, en ocasiones, puede ser una fuente de problemas de distinta naturaleza. Entre otros, destacamos los problemas derivados de aspectos metodológicos, de aprendizaje y fenómenos de interferencia indirecta,  nivel de contenidos y competencia de la segunda lengua y  creación y selección de materiales, ya sean tradicionales como el libro de texto o virtuales, como la Web.
En lo que respecta al alumno propiamente dicho, también es cuestionable el criterio de “selección” no oficial que se aplica en estos contextos para acceder a la instrucción bilingüe. La mayoría de las veces se restringe sólo a los alumnos más brillantes desde el punto de vista académico amparándose en las dificultades que genera abordar una asignatura nueva en una lengua que no se domina plenamente y que puede dificultar transmitir los conocimientos básicos mínimos que exigen las asignaturas en cuestión.
Corresponde al profesor adaptar los contenidos a las necesidades de la clase, elaborar los materiales si así lo requieren las circunstancias y, lo que es fundamental, asegurarse de que los alumnos aprendan tanto los contenidos como la herramienta: la lengua extranjera. 


BIBLIOGRAFÍA:
http://www.aesla.uji.es/congresoxxvii/files/La%20educaci%C3%B3n%20biling%C3%BCe%20en%20las%20comunidades%20%20monoling%C3%BCes2.doc
 http://www.youtube.com/watch?v=lcJHSN2vjIo

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