Alcanzar el bilingüismo en
regiones monolingües presenta ciertas características distintivas que hacen de
este objetivo un reto para todos los participantes en el proceso educativo, puesto que no hay
posibilidad de usar la segunda lengua
(rectificando, lengua extranjera) más
allá de la escuela. Por todo ello, es un objetivo que hay que lograr en el aula,
a través de una enseñanza especial, específica y de calidad.
En la última década el concepto
de bilingüismo se enmarca en el de plurilingüísmo, o lo que es igual, en la
capacidad que tiene todo ser humano de aprender más de una lengua, y en cómo
estas interactúan entre sí, y se apoyan en los procesos de
adquisición/aprendizaje, que pueden transferirse parcialmente. Tomando como
punto de partida este planteamiento, se viene proponiendo un modelo educativo
basado en el aprendizaje de la lengua extranjera a través de contenidos de
otras áreas del curriculum.
En algunas comunidades y países que ya han tenido
experiencias en el campo de la educación bilingüe,
impartiendo áreas como geografía, historia o conocimiento del medio se ha puesto de relieve que este tipo de enseñanza de lenguas es
útil para el progreso de los alumnos, a la vez que les suscita interés para
continuar su formación en lengua extranjera.
Sin embargo, este tipo de
enseñanza da lugar a que tanto profesores como alumnos se enfrenten a un nuevo
modelo educativo que, en ocasiones, puede ser una fuente de problemas de
distinta naturaleza. Entre otros, destacamos los problemas derivados de aspectos
metodológicos, de aprendizaje y fenómenos de interferencia indirecta, nivel de
contenidos y competencia de la segunda lengua y creación y selección de materiales, ya sean
tradicionales como el libro de texto o virtuales, como la Web.
En lo que respecta al alumno
propiamente dicho, también es cuestionable el criterio de “selección” no
oficial que se aplica en estos contextos para acceder a la instrucción
bilingüe. La mayoría de las veces se restringe sólo a los alumnos más
brillantes desde el punto de vista académico amparándose en las dificultades
que genera abordar una asignatura nueva en una lengua que no se domina
plenamente y que puede dificultar transmitir los conocimientos básicos mínimos
que exigen las asignaturas en cuestión.
Corresponde al profesor adaptar los contenidos a las necesidades de la
clase, elaborar los materiales si así lo requieren las circunstancias y, lo que
es fundamental, asegurarse de que los alumnos aprendan tanto los contenidos
como la herramienta: la lengua extranjera.
BIBLIOGRAFÍA:
http://www.aesla.uji.es/congresoxxvii/files/La%20educaci%C3%B3n%20biling%C3%BCe%20en%20las%20comunidades%20%20monoling%C3%BCes2.doc
http://www.youtube.com/watch?v=lcJHSN2vjIo
http://www.youtube.com/watch?v=lcJHSN2vjIo
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